miércoles, 8 de abril de 2009

El pegamento del mediador

pegamento en la mediaciónUna de las imágenes que me viene a la cabeza cuando pienso en el papel de la mediación es a alguien aplicando un pegamento especial que, por arte de magia, consigue unir los trozos hechos añicos de un objeto.

Según esta imagen mental, el mediador sería ese alguien cuya tarea es la reconstrucción. Pero, ¿exactamente qué reconstruye?

No necesariamente una relación rota. Ni puede ni, seguramente, puede. Desde mi punto de vista, el mediador actúa sobre todo en la reconstrucción de un mínimo nivel de confianza, que es lo que realmente se ha roto y, gracias a esto, hace posible que se aprecie la posibilidad de construir un nuevo tipo de relación que será la que, finalmente, posibilite la solución al conflicto.

Dándole vueltas a la analogía se me ocurrió bucear en Internet y comparar las pautas de utilización de un pegamento cualquiera con algunos conceptos de la mediación y esto es lo que ha salido:

Consejos a la hora de utilizar un pegamento

  1. Leer con atención las instrucciones de uso para lograr un buen resultado.
    Desde luego, la mediación necesita de instrucciones de uso. Es importante explicar, y asegurarse de que se entiende, el proceso de mediación y su objetivo, recalcar la necesidad de compromiso por las partes, definir el papel del mediador, los límites y las expectativas de lo que se puede lograr. Al comienzo de cada mediación deberían entregarse a los interesados las correspondientes instrucciones de uso para asegurar el éxito.
  2. Limpie cuidadosamente las superficies a pegar, ya que la presencia de polvo, agua o grasa reducirá el poder del adhesivo o pero aún, impedirá directamente el pegado.
    Antes de mediar conviene que la situación se “limpie”. Que las partes tengan la oportunidad de limar asperezas, que encuentren un espacio en que sean escuchadas. En muchas ocasiones, el conflicto se produce por causas relacionadas con la comunicación. El mediador debe crear el espacio adecuado para que la comunicación se produzca, evitando agentes externos que interfieren el diálogo. Un agente externo puede ser la actitud agresiva de una de las partes en su forma de comunicarse, la interferencia de terceros, la incapacidad de mostrar los verdaderos intereses… El mediador debe prestar mucha atención a estos detalles.
  3. Si puede, utilice algún tipo de elemento para mantener las superficies unidas hasta que el pegamento seque por completo.
    Aplicar las técnicas de mediación suavemente pero con firmeza. El mediador debe “presionar” en el sentido de desarrollar un proceso suficiente y eficiente, con el tiempo adecuado y la actitud correcta. A veces, debe tener una actitud más directiva y otras limitarse a ser espectador pero siempre debe hacerlo conscientemente y con visión estratégica.
  4. Evitar el contacto del pegamento o adhesivo con la piel.
    Los mediadores suelen ser como martillos que ven clavos por todas partes. Deben tener una visión objetiva, no apreciar conflictos que no existen o que son insignificantes y, en todo caso, mantener la parte “sana” de la relación alejada del conflicto.
  5. Coloque la cantidad necesario que se recomienda, el exceso de pegamento no significa mayor adherencia.
    Mediar en su justa medida, no excederse, ni en tiempo ni en esfuerzo. Aceptar que la mediación no funciona en todas las ocasiones, por mucho que nos apliquemos. Que las partes lleguen al acuerdo depende, fundamentalmente, de ellas mismas.
  6. Alejarlos del alcance de lo niños. Muchos de ellos pueden contener sustancias muy tóxicas, tanto al ser inhaladas como al ser ingeridas. Los niños solo pueden utilizar los pegamentos infantiles.
    A cada edad y para cada persona, un estilo de mediación. En conflictos familiares, no siempre implicar en el proceso de mediación a los menores ayudará a resolver mejor la situación. Hay que ser cautos y, en todo caso, adaptar la mediación a la situación y al contexto de las partes.
  7. Siempre que realice una tarea de reparación con pegamentos y que fuera posible, hágalo al aire libre, para no correr el riesgo de intoxicación por inhalación.
    Crear un espacio de mediación, alejado del contexto del conflicto. Muchas veces que las partes dialoguen fuera de su entorno habitual ya significa un gran avance. El contexto del conflicto puede ser tóxico. danger
  8. También tenga la precaución de trabajar alejado de fuentes de calor, ya que muchos elementos que componen éstos pegamentos son altamente inflamables.
    Cuidado con las explosiones emocionales. Pueden aparecer en cualquier momento y el mediador adquiere la responsabilidad de saber reducirlas, contenerlas o dejarlas que se produzcan en función del desarrollo de la mediación. Una emoción negativa incontrolada es contagiosa e inflamable y el mayor enemigo del diálogo.
  9. No se deben utilizar para rellenar huecos o grietas, esa no es la función para la cual han sido creados, ya que al secarse, se expanden.
    La mediación no debería ser el remedio para todas las situaciones. No es útil para poner parches a un conflicto, ni para llegar a soluciones de compromiso cuando lo que se requiere son acciones de mayor calado.

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